La Federación Española de Asociaciones de Productoras de Animación y Efectos Visuales, reflexiona sobre la situación actual de esta industria y destaca que, aunque también se ha visto también afectada por la pandemia, destaca su adaptación a esta nueva situación laboral a través del teletrabajo, lo que ha favorecido que una industria como esta, innovadora y eminentemente digital, haya podido evitar una merma en su capacidad de producción.
Diboos es una federación que integra a AEPA y PROANIMATS, representando a aproximadamente el 85 por ciento de la producción española de animación y efectos visuales.
Todos somos conscientes de que el sector de la cultura y el entretenimiento está siendo golpeado con virulencia por la crisis de la enfermedad COVID-19. “Pero dentro de la producción cultural hay una industria que en esta crisis ha demostrado una capacidad de respuesta que no por esperada ha sido menos llamativa, y ese no es otro que el sector de la animación y los efectos visuales”, manifiestan desde la Federación en un comunicado.
“Nuestro sector, aunque obviamente se ha visto también afectado por la pandemia, sin duda ha demostrado una fortaleza y una gran capacidad de reacción y adaptación a esta nueva situación”, explica Nicolás Matji, presidente de Diboos,
El valor añadido de este gremio es que puede seguir operando gracias al teletrabajo y desde Diboos recalca que “su producción y rendimiento no ha sufrido merma alguna ni en cantidad, ni por supuesto en la calidad”.
A pesar de que la industria de la animación y VFX representa únicamente el 4% del total de las empresas audiovisuales, genera el 20% del empleo del sector, con cerca de 8.000 profesionales.
El sector, además, posee un amplio prestigio internacional, pues el 70 por ciento de la facturación de las empresas españolas dedicadas a la animación proviene del exterior. Con los nuevos incentivos fiscales, se permitirá por fin competir con otros países en igualdad de condiciones y es de esperar que se pueda atraer todavía en mayor volumen inversión extranjera.
“El mundo de la animación tiene que ser puesto en valor no como un sector a mantener, sino como una industria que puede ser parte de la solución dada su capacidad de generar riqueza y empleo estable y de calidad y sobre todo sin que signifique un desembolso para las arcas públicas, circunstancia esencial dadas el horizonte económico que se nos presenta”, remarcan.
Diboos admite que es necesario más apoyo de los poderes públicos, “dotando de herramientas necesarias como son las ayudas a desarrollo y nuevos formatos, una mayor inversión en animación por parte de las televisiones públicas, la simplificación de los trámites burocráticos, y estableciendo un porcentaje mínimo de inversión en contenido de animación en los diferentes canales de televisión y plataformas digitales, así como una especial sensibilidad hacia la animación en la próxima transposición de la Directiva Audiovisual Europea”.
La entidad considera clave que se potencien marcas globales con denominación de origen española. “Confiamos en que el gobierno, las televisiones y las plataformas formen parte de un diálogo constructivo sobre estos y otros asuntos que sin duda será beneficioso para todos”, declara Nicolas Matji.
“Muy pocos sectores culturales (por no decir ninguno) ofrecen unas perspectivas de crecimiento tan sólidas como la industria de animación y los efectos visuales, donde España se ha labrado un prestigio y una reputación internacional con éxitos tanto en los efectos visuales como en animación de la importancia de El parque mágico, Klaus, Tadeo Jones, Buñuel en el laberinto de las tortugas, The Mandalorian, Juego de Tronos, Pocoyó, Virtual Hero, Momonsters, Bebés Llorones, etc. muy por encima de lo que sería de esperar por el peso y volumen de nuestra industria audiovisual”, inciden desde Diboos.
La Federación concluye señalando que hay que aprovechar que es el sector competitivo y reconocido de modo que se le dote de “las armas necesarias para que pueda ser un referente en la creación de empleo y de ayuda a la recuperación de nuestra industria audiovisual».