✶ Borja de la Vega rueda en Barcelona ‘La última noche de Sandra M.’



 (Publicado en New Films)  La película es una producción de Paciencia y Barajar, Toned Media y FTFcam con la colaboración de Another Light y Antaviana. Filmin se encargará de su distribución.

Tras su debut con Mía y MoiBorja de la Vega rueda en Barcelona su segundo largometraje, La última noche de Sandra M., de la que también es guionista, inspirada en la vida de la actriz Sandra Mozarowsky, fallecida en en agosto de 1977 al precipitarse desde la terraza de su casa de Madrid.

La película es una adaptación libre inspirada en la vida de la actriz que intervino en títulos como Beatriz de Gonzalo Suárez, El mariscal del infierno  de León Klimovsky, El Libro de Buen Amor II de Jaime Bayarri o Hasta que el matrimonio nos separe de Pedro Lazaga, entre otros.

La película se está rodando en Barcelona, y cuenta como productores con Toni Espinosa, Maria Àngels Amorós, Ricardo Gómez y el propio Borja de la Vega. Producen Paciencia y Barajar, Toned Media y FTFcam con la colaboración de Another Light y Antaviana. La distribución en salas de cine y su estreno online correrá a cargo de Filmin.

Claudia Traisac (Escobar, paraíso perdido, Vivir sin permisoprotagoniza la película sumergiéndose en el papel de Sandra. Le acompaña en el reparto, Georgina Amorós (Élite, Código Emperador) como Inma, su mejor amiga. Junto a ellas, Nicolás Illoro (Veneciafrenia, La valla), Pep Ambròs (El olivo, 42 segundos), Beatriz Arjona (A quién te llevarías a una isla desierta, Libertad), Olaya Caldera (Hit, Una vida no tan simple), Rafa Castejón (El buen patrón), Manu Imizcoz (Amar es para siempre), Ramón Pujol (Maricón perdido, Fin de siglo), Bruno Sevilla (Las distancias, Ana Tramel), Oriol Tarrasón (El nudo, Las invisibles) y la colaboración especial de Nuria Prims (Incierta gloria, Santo).

De la Vega muestra en La última noche de Sandra M. el día previo al accidente. La soledad, los miedos y la angustia ante una situación desesperada, se mezclan con sus sueños e ilusiones. Su vocación pura de ser una buena actriz. La vocación de una niña que juega a ser mujer, obsesionada porque la tomen en serio, por escapar del rol de lolita que le han adjudicado. Obsesionada, al fin y al cabo, por ser vista.