Recientemente la AEC, asociación de productores que engloba a más de 35 compañías, cuenta con nueva junta directiva, presidida ahora por la socia fundadora de Bowfinger Internacional Pictures y directora de Amiguetes Enterprises, María Luisa Gutiérrez.
Nuestros compañeros de Cine&Tele la ha entrevistado para abordar diversos aspectos del sector. Una entrevista que, por su interés, Spain Export Film & TV, reproduce a continuación.
Cine&Tele: ¿Cuál va a ser la línea que quieres seguir en AEC como presidenta y cuáles van a ser tus principales objetivos?
María Luisa Gutiérrez: AEC es la única asociación de productores cinematográficos, lo que no quiere decir que los socios no hagan otros productos audiovisuales, pero el objetivo de nuestra asociación siempre ha sido la defensa y protección del productor independiente en su actividad cinematográfica. Y esa es la línea que queremos seguir manteniendo desde la presidencia y la junta actual.
Nuestro principal objetivo, en este momento en el que nos encontramos en el trámite de la transposición de la directiva europea a nuestro ordenamiento jurídico español, es defender que se concrete una definición de productor independiente que no deje ninguna fisura para que productores participados, o vinculados a medios de comunicación, puedan ser independientes ante un encargo de un tercero. Por ejemplo, una OTT. Esto para nosotros es muy importante porque es la forma de garantizar que la posible obligación que haya de inversión de la televisión convencional y/u OTTS en cine, se cumpla con productores independientes de verdad. Lo que no es obligación por ley, por supuesto, lo podrán cumplir con los productores que quieran. Hay espacio para todos.
Y defender que la obligación que a día de hoy existe de inversión en cine se siga teniendo con esta transposición y se cumpla con productores independientes.
Además, desde la junta se está trabajando muy activamente para conseguir que el consorcio de seguros se haga cargo de la cobertura de COVID que, a día de hoy, no nos ampara ningún seguro cinematográfico. Un parón por COVID en un rodaje puede llevarse por delante una empresa productora sin esta cobertura. Además de la complicación que nos acarrea en la financiación el no tener esta cobertura dispuesta.
C&T: AEC mantiene un perfil comunicativo bastante bajo a nivel mediático y de presencia en Internet. ¿Está entre tus planes cambiar la tendencia y para que la asociación tenga una actividad pública que refuerce su imagen y metas?
ML.G.: Lo importante de una asociación es dar un servicio al socio. Trabajar por los intereses de los socios. Y eso AEC lo ha estado haciendo y lo vamos a seguir haciendo. Para mí, la comunicación no deja de ser una vía más para la consecución de los objetivos, pero no es un fin en sí mismo. O no debería de serlo. Por el momento en el que vivimos (transposición, COVID, nuevo paradigma del audiovisual), creo que la presencia en medios va a ser ahora más necesaria porque el sector se está reuniendo constantemente (las telereuniones han facilitado esto), hay mucha unión y muchas ganas de transmitir nuestras inquietudes y nuestras propuestas y que se nos oiga. Y AEC también está en esa onda.
C&T: La asociación no sólo tiene ahora una mujer en la presidencia, sino que la mayoría de la Junta Directiva es femenina. ¿Es clave la incorporación de mujeres en puestos de decisión de la producción audiovisual? Históricamente, ha sido una labor muy masculina, pero está cambiando en los últimos años…
ML.G.: Podría apuntarme el tanto y decir que, como mujer que soy, busqué rodearme de más mujeres para mandar algún mensaje pero, lo cierto, es que busque rodearme de buenos profesionales.
Intenté, con Emma Lustre, formar un equipo mixto con gente de la Junta anterior (como es el caso de la propia Emma, Mariela Besuievski, María Zamora y Marta Velasco) y con gente nueva que tuviera ganas. En la última Asamblea de AEC, me sorprendió el ímpetu y la energía de Carolina Bang y pensé que sería un buen fichaje para la Junta. Fernando Riera, David Naranjo y Luis Manso son tres profesionales incuestionables. Otro criterio utilizado fue el de ser gente muy diferente, con discursos diferentes para ser lo más representativos posibles.
Y dicho todo esto, me siento feliz de que la mayoría seamos mujeres. Porque dice mucho de los socios de AEC que hayan decidido que les represente una Presidencia y Junta Directiva mayoritariamente constituida por mujeres.
C&T: Desde la desaparición de FAPAE, el gremio de la producción en España no ha tenido una voz unificada. En los últimos dos años han surgido nuevas entidades y se ha atomizado todavía más. ¿Consideras que esto es un problema? La pandemia ha demostrado la importancia de la unidad…
ML.G.: La diversidad de voces y posturas nunca debería de ser un problema. FAPAE era una vía de canalización de todas esas posturas diferentes, pero no tiene por qué ser la única forma de hacerlo. A día de hoy, y en parte gracias al COVID (algo bueno tenía que traer entre tanta tragedia), el sector está más unido que nunca. Estamos consensuando posturas y alineándonos en objetivos. El diálogo es permanente. Sé que para las instituciones y los medios es más fácil y cómodo tener un interlocutor único. Pero la incomodidad no tiene por qué ser sinónimo de ineficacia. En definitiva, la desaparición de FAPAE no tiene por qué ser un problema. El problema sería la falta de diálogo. Y eso no está ocurriendo.
C&T: Ya no se está pagando lo adeudado por las antiguas ayudas de amortización, pero la dotación apenas ha subido. ¿Es esto clave para el futuro de la producción en España, teniendo en cuenta que estamos muy por debajo en cuanto a los países de nuestro entorno?
ML.G.: La dotación entre ayudas selectivas y generales sí que ha subido este año. Otra cosa distinta es que sea insuficiente. Y, desde luego estamos lejísimos de nuestros países vecinos. Hay mucho debate acerca de cuánto recibimos en el cine, pero poco debate de cuánto aportamos. Hay mucho debate de dónde salen esos fondos, pero poco debate de dónde podrían salir.
C&T: El Gobierno tomó algunas medidas para paliar la crisis tras reunirse con los representantes del sector. ¿Qué propuestas de AEC que todavía no se han puesto en práctica vais a presentarle al ministerio y al ICAA?
ML.G.: Va a parecer una paradoja, pero en AEC estamos realmente preocupados por la falta de recursos humanos que tiene el ICAA. No somos la única asociación que lo ha percibido. Por eso estamos esperando a que pasen las resoluciones de las ayudas (ahora mismo el ICAA está haciendo un trabajo inhumano para sacar todas las ayudas a flote) para pedir una reunión en la que analicemos lo que se está haciendo (filosofía de cada línea de ayudas) y si se está consiguiendo con el resultado de cada línea, lo que se estaba esperando de las diferentes líneas de ayudas. E intentar trabajar en ver cómo las podemos mejorar en función de resultados.
C&T:¿Tenéis también nuevas ideas surgidas en estos meses?
ML.G.: Ahora mismo es vital seguir trabajando en la seguridad jurídica de las deducciones de cine para los inversores. En AEC hemos creado una comisión para trabajar y exponer a Hacienda las problemáticas que nos encontramos en este sentido. También hemos creado una comisión para trabajar con internacional. Estar en los foros europeos principalmente para intentar también aunar posturas.
C&T: Recientemente, te hemos escuchado hablando de que el estreno de Padre no hay más que uno 2 en plena pandemia fue fruto, fundamentalmente, de la solidaridad. Las salas de cine lo están pasando muy m al y algunas ya están echando el cierre definitivo. ¿Crees que no nos podemos permitir perder la gran pantalla y que algunos agentes en España que están haciendo lo mismo que las majors deberían reconsiderar esta estrategia?
MLG.: La gran pantalla nos da mucho más de lo que, a priori, parece. El año pasado sólo de IVA directo de las entradas de todo el cine visto en España, el Estado ingresó más de 50 millones de euros. Pero cuando uno va al cine, no sólo compra la entrada, sino que aparca el coche en un parking, compra palomitas y refresco y después, en el 50% de los casos, se va a cenar. ¿Cuánto IVA directo para el recauda el Estado de todo lo que va parejo a la acción de ir al cine? ¿Otros 100 millones?
A eso habría que sumarle el impuesto de sociedades de exhibidores, distribuidores y productores de lo que genera la taquilla. El gasto en promoción que genera el estreno en la gran pantalla y que alimenta a un sector paralelo al cine que es el de la comunicación.
Los puestos de trabajo que dan los exhibidores y los distribuidores de cine en nuestro país, se caerían si la gran pantalla muere.
Todo esto se cae si no hay estrenos en cine. Pero voy más allá. Hoy es un valor añadido que una película se estrene en una plataforma directamente en lugar de en la gran pantalla y ese valor añadido la plataforma lo valora y le pone un precio, paradójicamente ese valor añadido se perdería si no existiera la gran pantalla. Entonces, ese estreno en la plataforma ya no tendría valor, ni precio. Podemos pensar que los extranjeros van a venir a salvar nuestros cines, pero lo cierto es que la estabilidad económica de un país está en manos de las pymes. En el sector cinematográfico: unos exhibidores, distribuidores y productores independientes fuertes que aguanten en el caso de que los extranjeros se vayan (como ha pasado con la CRISIS del coronavirus donde hemos visto que sólo nosotros nos podemos ayudar a nosotros mismos).
“Los puestos de trabajo que dan los exhibidores y los distribuidores de cine en nuestro país, se caerían si la gran pantalla muere”.
C&T: Lo que está claro es que las plataformas están teniendo una enorme incidencia en la producción tanto de series como de películas. ¿Cómo ves este boom y cómo puede afectar al gremio en los próximos años?
ML.G.: Las plataformas han sido un verdadero balón de oxígeno para el sector. Sin duda. Están generando trabajo y grandes producciones. Pero tiene que haber equilibrio. Porque un país debe de tener una industria fuerte nacional además de tener una industria potente de servicios para el extranjero. Y en el equilibrio está la virtud.