Tras el excelente editorial que nos brindó en exclusiva hace escasas fechas, entrevistamos el director general de Latido Films, Antonio Saura, a caballo entre el European Film Market y el Festival de Málaga y su MAFIZ, que arranca este fin de semana en la capital de la Costa del Sol. Por Sergio F. Pinilla
CINE Y TELE PRO: Tras la pandemia, ¿cómo ha ido este 2ª EFM presencial para Latido Films?
Antonio Saura: Ha sido un mercado positivo en todos los sentidos, se ha notado que los compradores vuelven a ver la luz al final del túnel, y que buscaban películas.
Con tanto avance de la tecnología y en los eventos con videoasistencia, ¿seguirán siendo importantes este tipo de enclaves en los que los principales agentes de la industria os veis cara a cara?
Yo creo que lo que ha demostrado la pandemia es que el contacto humano es fundamental. Las tecnologias sin duda alguna complementan y ayudan, pero no creo que eliminen el mercado fisico. Lo que si tenemos muy claro es que la combinación presencial / online no funciona durante los mercados, o te obliga a tener personal distinto lidiando con uno u otro.
¿Cuáles han sido vuestras ventas internacionales más destacadas en esta edición de la Berlinale?
Hemos vendido bien distintos títulos de los que presentábamos al mercado, como pueden ser Bajo terapia, Aire, Justicia artificial, CampeoneX, o Verano en rojo; hemos sentido mucho interés en títulos venideros, como los Los pequeños amores o Segundo premio, que se presentarán en el presente Festival de Málaga, y hemos tenido buenas ofertas que hay que estudiar por próximos títulos, como Re-creation, Ocho o Raqqa.
¿Y qué nos puedes decir del resto de ventas que se han producido en el mercado? (hemos escrito al ICEX al respecto, pero aún no tenemos respuesta…)?
La verdad es que de momento y hasta que termine el Festival de Málaga, preferimos seguir avanzando en las negociaciones. Hay ofertas que a lo mejor se pueden subir, otras que podrían caerse. Porque en el fondo, la venta se verifica cuando se produce el pago.
¿Por qué crees que nuestras instituciones públicas no son en estos asuntos, o en otros adláteres, tan transparentes como las que funcionan en algunos países de nuestro entorno? (como el CNC francés)
Yo no tengo ningún problema con la transparencia. De hecho, si hay alguien culpable seríamos todos nosotros -las exportadoras de películas, se refiere- si no facilitamos esta información. El problema es que para facilitar los datos debe existir un sistema para hacerlo y, por otra parte, estamos hablando de contratos confidenciales entre empresas privadas que si no hay obligación legal de por medio no tienen por qué hacerse públicos, salvo aquellos que por razones institucionales así lo requieran. De la misma manera que no se fiscalizan los ingresos por publicidad a la prensa, no hay razón para fiscalizar la venta internacional. Si las instituciones quieren hacer públicas las cifras porque estas se han facilitado para recabar subvenciones, estarían en su derecho, pidiendo permiso a las partes. Dicho lo cual, solemos dar la información porque a nosotros también nos interesa que se sepa lo que se vende.
Para responder más concretamente a tu pregunta, pedimos a la administración cosas que no tienen: ni los medios ni el personal para ocuparse de todo. Como si la administración pudiera satisfacer cualquier demanda… Puedo entender que sería estupendo tener centralizados según que datos, y es cierto que Francia lo tiene y resulta increíble acceder a esa información por los medios, pero no conozco ningún otro país que lo tenga así de sistematizado y avanzado. Si en Francia lo tienen así es porque disponen de ayudas para todo, hasta para los cafés, cosa que no es el caso de España, donde las ayudas están mucho más limitadas.
Con la aparición de las plataformas, ¿se vende mejor o peor el producto audiovisual Hecho en España?
Las plataformas norteamericanas han tenido una relevancia extraordinara y han contribuido de manera crucial a facilitar el acceso de contenido de todo el mundo en los países donde operan. No es su negocio prioritario, pero se ha demostrado que algunas series y películas españolas funcionan de maravilla fuera de España, aunque su mercado prioritario sea el territorio español. Han cambiado hábitos de consumo sobre todo en el mundo anglosajón, y donde antes no se veía nada subtitulado, ahora sí se ve, y donde antes no se consumían idiomas que no fueran el inglés, ahora sí se hace. En etse sentido, lo que han conseguido es extraordinario.
Ahora bien, lo que estamos viendo recientemente es que cada vez más las plataformas están restringiendo su política de compras multiterritoriales, porque la evolución en su dinámica de adquisiciones que estamos viendo tiende a buscar espacios de televisión prime time y priorizan el contenido local en donde se produce. Es decir, que solo de manera cada vez más excepcional apuestan por compras globales. Dicho lo cual, las plataformas no son los únicos clientes, y de hecho, una de las razones del buen mercado de Berlín es que, pasada la crisis generada por el Covid, estamos comprobando cómo los clientes tradicionales regresan a buscar buen cine que se pueda mostrar en las salas. Y en este sentido sí que vemos una enorme curiosidad por el producto español. No por todo, porque si hay algo que el mercado está dejando claro es que ya no vale todo. Pero también se esta viendo la recuperación de mercados de nicho, etc.
Ahondando en lo anterior, entiendo vuestra obsesión por preguntar siempre por las plataformas y por el impacto triple que han tenido, primero cuando salieron, luego por ser el único canal de visionado durante el covid, y ahora porque seguimos con pasión sus andanzas por los mercados de Wall Street y los comentarios sobre fusiones, despidos etc. Pero supongo que ya sabéis que su política de adquisiciones y de producción ha cambiado, al igual que su relación con la publicidad, y que hay muchos cambios en las direcciones y las intrucciones que transmiten sobre las nuevas políticas de adquisición. Porque aunque es evidente, no hay que olvidar que el objetivo de las plataformas es alimentar su negocio y conseguir subscriptores (como no podría ser de otra manera siendo empresas privadas que cotizan en bolsa) y no salvar las industrias nacionales aunque hayan contribuido en algún momento dado con sus acciones de apoyo.
Nuestro país, España, parece ahora uno de esos focos predilectos para la voracidad por los contenidos de plataformas como Netflix
Lógicamente, las plataformas operan en los países donde entienden que puede haber negocio y dónde pueden ganar subscriptores, y sus intereses tenderán a fluctuar según el número de clientes. Y es evidente que España es uno de esos países donde ahora les interesa estar, y esperemos que por muchos años, porque son importantes para productores, actores, técnicos… y para las agencias de venta, por supuesto. Asi que ¡claro que es evidente que hay interés por el cine español! Porque afortunadamente tenemos producto que están buscando y cumple con sus necesidades. Pero es no significa que les interese todo el cine, de igual manera que existen otros operadores como Movistar+ o las televisiones en abierto que no lo compran todo, porque cada cual tiene su estrategia de mercado. Por eso las plataformas no pueden ser el destino final de todas las películas, porque hay otro tipo de cine y de televisión que no son para ellas, porque no les funciona. Y en este sentido son muy claros.
¿Cuál es vuestro objetivo como agencia de ventas de cine hispanoamericano y español?
Nuestro trabajo como agentes de ventas es garantizar que el cine español que llevamos (y también somos selectivos) se venda en el mundo, y buscar todas las posibles avenidas de negocio posible, incluyendo, por supuesto, las plataformas norteamericanas, pero también las nuevas plataformas que están surgiendo en cada país. Y, también, por supuesto, el resto de los clientes, llámense distribuidores mundiales, independientes, cadenas de televisión locales y, por supuesto, plataformas locales. Y hay muchas películas que no van a funcionar en las plataformas porque no van a engrosar el número de subscriptores, pero que funcionan mediante otras alternativas de exhibición.
¿Cuáles son los contenidos audiovisuales / genéricos que se venden mejor?
Depende para qué cliente. Así a priori, para plataformas generalistas parece que les funciona la comedia romántica y la fantasía o ficción fantástica. Para distribuidores de cierto nivel, películas acreditadas en alguno de los grandes festivales, para las cadenas en abierto, películas que satisfagan a sus públicos, para plataformas especializadas, aquellas que cubran su target o sus necesidades, etc… Lo bonito de este mundo es que hay un lugar, hay un mercado, para cada cual película, para cada producto. Pero todo cambia rápido. Y a ver que pasa con la inteligencia artifical y todas las transformaciones que se avecinen. Quien piense para hoy mismo, ya llega tarde a mañana. Lo que funciona siempre es el talento y la creatividad.
Después de Berlín llega Málaga, ¿cuáles son tus perspectivas para esta inminente edición del MAFIZ?
La verdad es que, entendiendo que la Semana Santa es la que manda sobre las fechas, el encontrarnos con el MAFIZ una semana después de terminar en Berlín, nos exige un sobre esfuerzo. El lado positivo es que Málaga se ha convertido en un epílogo de Berlín y en un buen prologo para las nuevas películas en habla hispana de la temporada. Así que nuestra perspectiva es que siga el buen momento que empezó en Berlín.
¿Qué pluses tiene el cine latinoamericano en comparación con el cine español? (y viceversa)
En estos momentos no veo que se dé un gran plus en ningun caso. Al contrario, creo que deberíamos unificar fuerzas para defender películas de nuestros universos. Hay una crisis del cine español en LATAM, y una crisis de cine latinoamericano en Europa y tenemos que meditar en cómo invertir esta tendencia. Es como si el gran boom de hace unos años se hubiese terminado. De hecho, creo que ahora mismo el cine español tiene mayor presencia en el mercado, al menos en los festivales. A ver cómo se presentan los que quedan este año, que se viene muy buen cine.
¿Qué tipo de impulso necesitan las exportadoras de cine españolas para competir con mayor eficiencia en el mercado?
Que se nos den condiciones favorables y podamos competir en igualdad de condiciones con las empresas no nacionales que vienen a España y se encuentran con todas las facilidades, que no se nos dan a nosotros en sus territorios. Y que haya una reflexión por parte de los festivales, de los mercados y de sus instituciones para buscar fórmulas de priorizar el trabajo que hacemos nosotros, en la misma línea que Cannes, Berlin o Venecia priorizan el que hacen sus empresas nacionales. En este sentido seguimos siendo un poco paletos al pensar que todo lo de fuera es mejor. Creo que ya hemos demostrado que no es el caso, pero el examen al que nos siguen sometiendo es constante.